Génesis, fuentes y análisis de "Meditaciones del Quijote" de Ortega y Gasset

En julio de 1914, cuando sólo contaba con treinta y un años, el joven filósofo José Ortega y Gasset publicó su primer libro, las Meditaciones del Quijote. Tal y como nos dice Javier Zamora Bonilla, "nos encontramos ante un libro en el que quedan resabios idealistas neokantianos, abunda el análisis fenomenológico y se empieza a intuir el raciovitalismo que cuajará en los años Veinte. [...] Las Meditaciones del Quijote suponen un esfuerzo no satisfactoriamente logrado por abandonar el continente idealista en el que Ortega había vivido toda una década y son el primer gran paso para construir una metafísica de la vida humana en el que el yo ejecutivo se convierte en realidad radical inmersa en su circunstancia. Y es que a Ortega siempre le interesó el hombre en el mundo y no el hombre aislado, solitario, encerrado en la realidad de su conciencia. Le interesó el hombre conviviendo. Por eso, su labor a partir de aquí va ir por la ruta de romper con la modernidad cartesiana y kantiana que había encerrado al hombre en la cárcel de su yo interior y le había aislado del mundo real al construirle un mundo utópico. Como vivir ahí es imposible, el hombre había seguido viviendo la realidad tal cual se presenta, pero era incapaz de comprenderla porque su mundo no se ajustaba al mundo ideal que se había formado en su mente".

Ahora bien, el proceso que llevó al joven Ortega a la elaboración de su ópera prima se remonta a su estancia en Maburgo y a las influencias que allí recibió de profesores tales como Cohen o Natorp. No menos importante es la influencia que en él ejerció la fenomenología y la peculiar interpretación que de la misma elaboró en estos años previos a la publicación del libro. Entre 1911 y 1914 Ortega recibe una formación de influencia neokantiana la cual complementa con lecturas de Brentano y Aristóteles, Scheler y Husserl a la vez que se inicia en el estudio de la psicología fenomenológica. Ese pensamiento original y renovador es el que cristalizará en la obra que nos proponemos estudiar en nuestro seminario. Para esto dividiremos en dos partes las sesiones del curso. En un primer momento estudiaremos los orígenes del pensamiento orteguiano y las influencias más directas relacionadas con su primera obra. Posteriormente, ya cerca la fecha del centenario de la publicación del libro, realizaremos un análisis del mismo centrándonos en las ideas más significativas.

Nuestro programa para el curso 2013-2014 es el siguiente:

1- El joven Ortega y su etapa objetivista. ¿Mito o realidad?
Octubre de 2013.
Sesión a cargo de Alfredo Esteve y Victoria Tenreiro.

2- De Unamuno a Ortega. 
Noviembre de 2013.
Sesión a cargo de Guillermo Taberner.

3- Ortega y el neokantismo. Las influencias de Cohen.
Diciembre de 2013.
Sesión a cargo de Enrique Herreras.

4- Ortega y la crítica a la fenomenología. Las influencias de Husserl y Natorp.
Enero de 2014.
Sesión a cargo de Jesús Fernández.

5- El héroe en las Meditaciones del Quijote.
Febrero de 2014.
Sesión a cargo de Juan Manuel Monfort.

6- Análisis de las Meditaciones del Quijote I. Meditación preliminar.
Marzo de 2014.
Sesión a Cargo de Elvira Alonso y María Dolores Romero.

7- Análisis de las Meditaciones del Quijote II. Meditación primera.
Mayo de 2014.
Sesión a Cargo de Francisco Roger.

Resumen de la sesión de marzo de 2013


SESION DEL 22 DE MARZO DE 2013
1º PARTE: Exposición de José Novella Tamarit.
A modo de presentación.
·         Zambrano huye de plantearse la filosofía como sistema, clasificando la razón en tres tipos: cotidiana, mediadora y poética.
¿Se asemejan la razón mediadora y persuasiva de Zambrano con la razón “cordial” de Cortina?

·         La razón dominante en Zambrano es la poética, que dirige a la creación, construcción y confección de nuevas visiones tanto de los problemas históricos como del tiempo vital.


Parte II: La tesis de la historia occidental.
Capitulo III: El hombre. El absolutismo y la estructura sacrificial de la sociedad.
·         Zambrano realiza la búsqueda de una religión de régimen no sacrificial al considerar que la “crisis de Occidente” más que crisis es orfandad.

·         El absolutismo es Occidental mientras que el despotismo es Oriental.
¿Es sólo una cuestión de matiz lo que diferencia ambos conceptos? No, ya que, mientras que en el absolutismo hay un endiosamiento y sólo puede nacer después del cristianismo y del racionalismo, en el despotismo no hay necesidad de dicho endiosamiento. De hecho, en Oriente no se produjo el despertar del individuo.
En cuanto a la pretensión del hombre de ser dios aparece antes del racionalismo. Prueba de ello lo tenemos en el Génesis 3.4.

·         Dentro del absolutismo hay personajes históricos que aceptan su papel (máscara) con todas sus consecuencias, incluso la propia destrucción. Estos personajes dejarán su impronta en la historia mediante construcciones arquitectónicas (relación entre arquitectura e historia).

·         El absolutismo al crear hace la nada, puesto que los absolutista no saben lo que hacen.
·         El racionalismo es absolutismo que extiende los principios de la razón a la realidad pero sin descubrir la estructura de ésta. Es un instrumento del hombre occidental.
El racionalismo realiza la abstracción del tiempo situando sus verdades más allá de éste. Quiere detener el tiempo, retenerlo.
La solución es conseguir que la razón sea el instrumento adecuado para conocer la realidad mientras tratamos con el tiempo, transitándolo, y convirtiendo todo ello en camino de libertad.


Parte III: La humanización de la sociedad: la democracia.
Capitulo I: La humanización de la sociedad.
·          La sociedad es el lugar del hombre. Podría crear su propio medio en los sueños y en el arte, pero no son realidad.

·         La primera soledad sentida por el hombre es respecto a sus dioses. Ejemplo: el personaje bíblico de Caín cuyo sacrificio no aceptado por Dios lo aparta de su hermano. El sacrificio no aceptado es la primera forma de desigualdad entre los hombres siendo –según Zambrano- el origen de la Guerra Civil Española.

·         En la Comunidad el hombre encuentra su lugar, lo que le da sentimiento de pertenencia y seguridad. Pero la sociedad es dinámica, lo que provoca que hayan existido muchas sociedades y que ninguna sea enteramente humana.




2º PARTE: Exposición de Juan Manuel Monfort Prades.
Parte III: La humanización de la sociedad: la democracia.
Capítulo I: La humanización de la sociedad.
·         La sociedad puede ser humanizada o deshumanizada (incapaz de responder a las inquietudes humanas).
·         Una de las claves de la humanización de la sociedad es la democracia griega.
·         El punto de partida es el hecho de que el ser humano no se basta a sí mismo y está abierto a la necesidad y la esperanza. Lucha y trabaja junto a otros creando la sociedad, su medio natural.
·         La historia será el medio revelador del desarrollo en sociedad, siendo sus crisis los periodos en que las creencias que sostienen la vida entran en duda (Ortega).
·         La primera soledad que siente el hombre es respecto a los dioses y será este hecho el que le fuerce a buscar la seguridad y certidumbre que le proporcionará la comunidad. Por tanto, hombre y sociedad son coetáneos.
·         Según Ortega, el hombre es un náufrago y es en la cultura (sociedad) donde se puede sujetar.

Capítulo II: Individuo y sociedad.
·         En Grecia, primera democracia, aparece el hombre en su verdadera condición de ser humano. El hombre se despoja de su máscara.

·         ¿Qué condiciones debe tener la sociedad para que el individuo aparezca?
o   Debe permitir que el individuo actúe y tenga vigencia.
o   Ha de ser un espacio homogéneo, de igualdad, establecida por una ley que vaya más allá de la comunidad de origen.
o   Ha de ser una entidad que le exija ser hombre.

·         ¿Por qué el hombre no ha conseguido la sociedad adecuada?
o   Visión pesimista: por la condición humana, de continua evolución.
o   Visión utópica: una vez enunciadas las condiciones adecuadas para una sociedad apta, ésta pasará a ser realidad. Visión desconectada de la realidad.

·         Características del origen de la democracia. 
o   Polis con dimensión humana. Sólo humana se rebela.
o   Arrojar la máscara.
o   Actúa y tiene vigencia.
o   Aparición de la conciencia (peligrosa novedad).
o   Ser humano y clase social.
o   Cada hombre tiene su alma.
o   Hombres iguales entre sí.
o   Libertad y estímulo de ser ella misma.
o   Derechos del hombre.
o   Hombre como valor.
o   Sócrates→ Libertad.


·         ¿Está influenciada Zambrano por el personalismo?
Zambrano conoce el personalismo a través, posiblemente, de Maritain. No la rechaza pero no es seguidora de dicho pensamiento. Sin embargo, parece existir cierta influencia de dicho pensamiento.

·         ¿Cuál es la situación tras los juicios de Núremberg? Dos posturas que defienden:
o   No al hombre.- Defienden esta posición Foucault, Heidegger, etc. Incluso Nietzsche sería aquí incluido.
o   Sí al hombre.- Defendido por Zambrano y Arendt.

·         ¿En qué postura se sitúa Camus? Amigo de Zambrano, pese a ser existencialista también apuesta por salvar a la persona.

RESUMEN DE LA SESIÓN DE FEBRERO DE 2013



Seminario de Filosofía española.
Curso: 2012-2013: María Zambrano y su libro: Persona y democracia.
5ª Sesión 22 de febrero de 2013.

Este resumen tiene como fin recoger las diferentes preguntas, comentarios e intervenciones que se hicieron en la sesión.


En la sesión del 22 de febrero nos hemos centrado en los capítulos III y IV: “La historia como tragedia”,  “La historia como juego”, y en la obra de teatro de Zambrano: “La tumba de Antígona”. Como ponente tuvimos a Enrique Herreras Maldonado, autor de “La aportación de la tragedia griega a la educación democrática”.

La historia como tragedia.

La presentación de Enrique Herreras finalizó abriendo la pregunta: ¿ Hay alguna manera de conocer sin el sacrificio?.

¿Sólo siendo víctima se puede conocer? En la tragedia el protagonista actúa sin saber “en vez de saber primero y actuar después”. Por ello, quizá, el conocimiento sin sacrificio tendrá que ser consecuencia del despertar de la conciencia. De ahí la importancia de la conciencia histórica, de la necesidad de comprender la historia para poder superarla. 

El hombre ha querido hacer historia y la ha querido hacer absolutamente, ese querer hacer absoluto es el que habría que abandonar para romper con la historia sacrificial. “Nada en demasía”. No se puede olvidar la limitación de ser persona humana , lo humano de la persona, la grandeza está en “ser enteramente persona”.

Si nos olvidamos de la historia veremos más Antígonas, más víctimas. La experiencia vital de Zambrano es esencial para entender su obra. Quizá, por ello, Zambrano pudiera aparecer representada en el papel de Antígona. En el caso de que Zambrano fuera Antígona el ídolo sería Franco. Pero debemos recordar que “ídolo es lo que exige ser adorado", cualquier dictador es ídolo, como lo es también el racionalismo más exacerbado. Y “Podría preverse el número de víctimas que a un cierto régimen corresponde, mirando tan solo la máscara que lo representa”.  A su vez, “a mayor potencia de representación, mayor el número de las víctimas”.

Y sin embargo, se planteó también la duda de si Zambrano podría utilizar la máscara en sentido positivo en algunas ocasiones. En “La agonía de Europa” el capítulo la “Destrucción de las formas” comienza con la cita de Nietzsche: “ Todo lo profundo necesita una máscara”. Zambrano repetirá la misma cita de Nietzsche cuando en su texto sobre “El payaso y la filosofía” escriba: “ Parece saberlo todo el payaso. Con su rostro inmóvil, imitación de la muerte, parece ser una de las formas más profundas de conciencia que el hombre haya alcanzado de sí mismo. Y “como todo lo profundo necesita una máscara, que dijera Nietzsche, la tiene desde siempre en esa máscara la más profunda y la más transparente…”.[1]

También en “Charlot o el histrionismo” Zambrano nos decía que el payaso “sale a la pista revestido de una máscara para mejor usar de su alma… Pero, lo que la sociedad, las costumbres , en fin, eso que llaman “el Mundo” nos exige es también una máscara, con ella transitamos por las calles (…)y por ella sacrificamos miles de cosas.”[2] Chaplin habría intentado entregar su vida, “incluso su personalidad”, para llegar al fondo de la vida de los demás, no habría buscado un público, sino más bien hermandad[3]. Quizá, en este texto pueda aparecer la máscara en ese doble sentido positivo y negativo según el uso, al que creo recordar hizo alusión Rosa Mascarell.

Y de este modo quedó en el aire la pregunta: ¿Perderse en la representación sin que la representación te pierda?.

Se citaron la obra de Borges “El espejo y la máscara” y “El miedo a la libertad” de Erich Fromm.

La historia como juego.

También, se insistió en la posible relación entre la historia como juego y la historia como tragedia. El hecho de que ambos textos aparezcan seguidos no parece una cuestión casual. Pues, frente a la pretensión de querer hacer historia de manera absoluta parece necesaria la armonía de las tres edades: la del ensimismamiento del niño , la acometividad del joven y la serenidad del adulto “capaz de neutralizar las demasías de la historia”. 


El drama es acción. La historia es acción, el relato es parte de la acción pero la acción es más que el relato. La acción es anterior a la intelección.

Otras formas de conocimiento.

Si pudiéramos rastrear el origen, veríamos que nuestras primeras palabras eran metáforas. El símbolo es una manera de pensar . Lo simbólico es el modo de pensar originario. No es un ejemplo. Lo prioritario es la metáfora.  El hombre aparecería así como un  “animal simbólico”.

En relación con la anterior cuestión, se hizo alusión a lo que Zubiri denominaba la “logificación” y el intento de reducir la variada morfología del pensamiento humano por una sola de sus formas.



Influencias

Fueron señaladas como importantes influencias en Zambrano: Nietzsche y Giambattista Vico. Sobre todo se comentó la influencia que este último pudo tener sobre Zambrano.

Finalmente, la sesión terminó con la lectura de  un texto de María Zambrano del año 1977 que nos sirve como síntesis de la sesión:

“Y ahora, para que el momento de ese ahora se en verdad histórico, se hace necesaria la experiencia, que es fruto de la conciencia. Mas para que la experiencia histórica se dé como indispensable en este Occidente, habría de entenderse – de sentirse ante todo- la conciencia en forma diferente de la dada por sabida. Es decir, que la primera experiencia que habría de surgir es la del ejercicio de la conciencia misma. Pues que hasta ahora la conciencia suele deslizarse por un tiempo plano, allanador de sucesos, desconocedor de la multiplicidad que el tiempo despliega en la vida humana. Es necesario que deje intacta la semilla de vida germinante siempre visible o escondidamente, que respete lo escondido y no pretenda imponer la claridad -la racionalista clarté- que tantas realidades luminosas oculta.

Habría por tanto que distinguir entre lo que se presenta como claro y lo que en su palpitar oscuro crea claridad. Tal como el centro oscuro de la llama que ilumina, la llama que hace ver además de todo lo que ilumina la pasión propia de la luz que ante nuestros ojos se hace, de la luz que ha de ser alimentada, enderezada. Una luz de la que el sujeto participa haciéndola, no recibiéndola en modo inerte: la verdad viviente que sólo aquel que la mantiene y en ella está dispuesto a quemarse puede ofrecer. Un símbolo o al menos una imagen de la experiencia que sólo reencendiéndose en una fe inicial llega a darse. Ya que la fe es semilla, razón viviente”[4].



[1] Zambrano, María, “ El payaso y la filosofía”, Islas,  Madrid, Verbum, 2007, p. 173.
[2] Zambrano, María, “Charlot o el histrionismo”, cit. p. 161.
[3] Podríamos recordar los versos de Octavio Paz: Para que pueda ser he de ser otro/salir de mi, buscarme entre los otros, / los otros que no son si yo no existo,/ los otros que me dan plena existencia.
[4] Zambrano, María, “Presentación: La experiencia de la Historia ( después de entonces)” en Los intelectuales en el drama de España y escritos de la guerra civil, Madrid, Trotta, 1998, p. 79-80.

TEMAS PLANTEADOS EN LA SESIÓN DE ENERO DE 2013


En esta sesión analizamos los capítulos 1 (“El conflicto”) y 2 (“La humanización de la historia”) de la Parte II (“La tesis de la historia occidental: el hombre”), y contamos con la presencia de Adele Ricciotti, autora del libro sobre María Zambrano Ética de la razón poética.

Adele Ricciotti, Ética de la razón poética
Adele Ricciotti, a partir de su trabajo, expuso las grandes líneas de la metafísica de Zambrano, con el objeto de contribuir a nuestra comprensión de Persona y democracia, y de los dos capítulos de esta sesión en concreto. En el blog se encuentra su explicación, pero recojo aquí algunas ideas:

- Para Zambrano, el hombre no tiene ser, unidad, identidad. El hombre es falta de ser. Trasciende a sí mismo. Tiene que renacer cada día. Sin embargo, la búsqueda de esa identidad ha sido la tendencia de todo el pensamiento filosófico occidental. Para el pensamiento occidental el hombre es unidad. Y esa tendencia ha llevado a la divinización del hombre.
- El hombre occidental es el rey-mendigo. La verdadera condición del hombre es la segunda, pero el hombre occidental ha querido ser rey. Se ha divinizado.
- Esa búsqueda por parte del pensamiento occidental lleva al absolutismo (Zambrano piensa en el idealismo). El hombre llega a pensarse creador de sí mismo, como Dios (cuando es criatura).
- Esa divinización del hombre es también divinización de la historia. Historia que Zambrano llama trágica y apócrifa. Hecha por personajes. No se reconocen en la verdad ontológica de lo que son.
- ¿Cómo pasar de la historia sacrificial a la historia ética? Hace falta el reconocimiento personal, por medio de la filosofía, de la verdadera condición humana (de criatura). Y su aceptación. En eso consistiría el paso de personaje a persona. Y además hace falta memoria histórica. La conciencia de un pasado verdadero es la verdadera libertad del hombre. Conciencia histórica es libertad.
- La filosofía tendría que ser esto: reconocimiento y aceptación de la falta de ser. Y por eso su filosofía es razón poética, porque la poesía acepta esta falta de ser. La filosofía tendría que aprender de la poesía esta aceptación. Y a bajar a la dimensión de “los ínferos”, de las entrañas, donde está la raíz de cada pensamiento. La filosofía tendría que bajar a esa dimensión del sentir originario, y subir después al nivel de la conciencia.
- Edipo, el hombre que no se conoce, representa nuestra tradición occidental. Job, la condición humana, de la falta de ser.

II. 1. El conflicto.
- El conflicto del hombre es declarado en las dos tradiciones que se funden en el cristianismo: el Antiguo Testamento (Job) y Grecia (Prometeo, y Edipo sobre todo). “Conflicto” (de ser hombre) porque la condición humana es indigencia, ignorancia y libertad. La solución se encuentra en el conocimiento y en la moral. Las dos soluciones (el hombre como horizonte) serían: la idea griega de “naturaleza humana” y el cristianismo. En las dos soluciones, lo que se ha vivido como fe y supuesto en Occidente: que la razón se encuentra en el hombre. Hoy, en grave crisis. “De este modo inmediato en que la razón se encuentra en el hombre, se ha vivido como de una fe y como supuesto en todo Occidente. Ha atravesado el cristianismo, se ha insertado en él, se ha combinado con él de diversa manera. Y subsiste todavía, aunque en una grave crisis que conmueve sus más íntimos cimientos” (p. 75, Siruela, 2004). (En relación con esto, con “las dos soluciones”, hubo discusión.)
- La historia: la búsqueda del ser del hombre.
- Si el hombre estuviera hecho, solo habría una cultura.
- La tesis de Persona y democracia sería que el hombre conoce padeciendo. ¿Sí? ¿Hay manera distinta de conocer? ¿Entonces, es tan malo el sacrificio? ¿Es tan malo el padecer?

II. 2. La humanización de la historia.

El absolutismo. La esperanza.
- En el absolutismo se encuentra la clave de la deshumanización de la historia.
- ¿Se puede estar despierto del todo a la razón? Ahí está el peligro de absolutismo.
- ¿Cuál es el motor del actuar humano? Las circunstancias y su propia condición interna. ¿Cómo es esta condición del ser humano? El ser humano no es un ser acabado. Tiene que ser llenado. De ahí el anhelo. Que debe ser focalizado por la esperanza.
- La esperanza lo es de la unidad que el hombre no tiene pero quiere tener. Esperanza como nostalgia del paraíso perdido. El tiempo, el tiempo de la historia, comienza con la salida del paraíso. Por eso tenemos tiempo, historia. El tiempo, la historia, son la búsqueda de aquella unidad perdida.
- En la historia, ha habido momentos de grandes estallidos y momentos de desesperación.
- Zambrano habla de la inhibición de la esperanza.
- Si la esperanza es el criterio para valorar una sociedad como humana, nuestra sociedad es poco humana.
- “Esperanza” siempre tiene un doble sentido: positivo, cuando va unida a la conciencia de verdad; y negativo, cuando da paso al absolutismo.
- El humanismo también puede ser un peligro. Como todos los “ismos”. Puede caer en el absolutismo.
Persona.
- En este capítulo (p. 101, Siruela, 2004), tenemos una definición de persona. La persona se distingue del yo, y envuelve al yo. El yo, lo interno. La persona, la máscara con que afrontamos la vida. Esa persona sería siempre contando con los demás.

Víctimas, masas, historia trágica.
- La historia apócrifa está hecha no solo por el ídolo. También por las víctimas que no tienen una conciencia histórica de lo que son. Van a hacer esta historia sacrificial. Pero también hay víctimas con conciencia (los intelectuales exiliados como Zambrano).
- Hay relación entre la historia apócrifa de Zambrano y las masas de Ortega: las masas eluden la fatiga de pensar. Siguen al ídolo por comodidad. Cuando Zambrano habla de “vivir la historia pasivamente” está pensando en esto. Y en este sentido, cuando en el prólogo a Persona y democracia escrito en los años 80, asume, con decepción, que la historia no se ha convertido en ética, probablemente esté pensando en que también hoy la gente elude la tarea de pensar, de concienciación. Y hasta que no haya conciencia, no habrá historia ética.