El eslabón perdido: la estructura empírica de la vida en la filosofía de Julián Marías

El título que encabeza esta comunicación quiere situar el descubrimiento de Marías en su auténtica dimensión dentro de lo que supuso para el filósofo y para el discernimiento posterior del tema de la vida humana. En efecto, supuso llegar a lo más propio y original de su reflexión, a lo que él considera su “propio nivel”. Aunque, como veremos, el hallazgo de este estrato de realidad lo vislumbra en algunas de sus primeras obras, es en Antropología metafísica donde aparecerá el descubrimiento en su máximo esplendor y rigor considerándolo como el libro “más mío” . No obstante, cabría preguntarnos: ¿desde cuándo Marías vislumbró la idea de esta tercera zona o estrato de la realidad? Es, pues, obligatorio analizar, al menos de manera somera pero rigurosa, los distintos estadios de su proceso intelectual en el hallazgo de este eslabón que une la realidad radical, mi vida, y el conjunto de sucesos azarosos y casuales que conforman el cotidiano vivir. Pero, como he señalado, también supone un filón riquísimo para el análisis de la vida humana en el sentido que, a partir de este tercer nivel hallado, pueden ser analizadas con nuevas y enriquecedoras posibilidades las diferentes dimensiones de mi vida, incluso las que aparecen en ella en forma de ausencia, o negación ; en definitiva, gracias a este hallazgo de Marías, la vida como realidad radical, es decir, como teoría analítica de la vida, puede ser articulada con el conocimiento inmediato, concreto, circunstancial de cada vida .


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